RENOVACION DE AIRE

Renovación del aire en viviendas

En locales cerrados, no sujetos a una renovación del aire interior y con el paso del tiempo este se vuelve inaceptable para el consumo humano debido a la incorporación de polvo y humo, así como por el enrarecimiento del mismo por la respiración humana.

Debe notarse que un ser humano en reposo toma una cantidad de aire de unos 0,5 m3 a la hora con un contenido aproximado en CO dos del 0,03% devolviéndolo al entorno con un 4% de CO dos y a una temperatura de unos 35 °C( el límite de CO2 máximo recomendado en el aire de consumo es del 0,1%)

La ventilación, natural o mecánica, es la técnica encargada de regenerar el aire interior polucionado sustituyéndolo por aire de calidad aceptable.

Principales fuentes contaminantes. ¿Cómo afectan a la calidad del aire interior?

La calidad del aire interior puede verse afectada por algunas acciones y fuentes contaminantes presentes en un hogar. Entre ellas, las principales son las siguientes: 

  • La cocina y el cuarto de baño. Son las estancias que más contaminantes producen. La humedad, los vapores y los malos olores procedentes de la actividad diaria son señales inequívocas de que el aire está viciado. 
  • Ambientes húmedos y con temperaturas templadas, colaboran en la proliferación de ácaros en ropa de cama, alfombras, sofás…
  • Sustancias y productos químicos como los productos de limpieza, tanto del mobiliario como personales, emiten vapores que contribuyen a viciar el aire al igual que los barnices, partículas de polvo o pintura. 
  • La actividad humana. La propia respiración genera CO2 y vapores como el sudor. Los humos de tabaco y otros elementos son también fuentes contaminantes, así como la actividad de mascotas.
  • Los materiales de construcción o incluso el terreno donde está construido el edificio también pueden emitir gases perjudiciales como el gas radón que deben ser expulsados al exterior. 
  • Sistemas de calefacción y otros aparatos: alguna las calefacciones, braseros, estufas… pueden emitir partículas de polución.
  • Contaminación externa. Desde pólenes hasta compuestos presentes en los gases de combustión como el monóxido o el dióxido de carbono, NOx y otros  procedentes del tráfico u otras actividades. 

 

¿Cuál es la solución real?

La solución real de las humedades de condensación, por el fenómeno físico que las origina, sólo puede lograrse:

  1. Instalando un sistema de ventilación que garantice la renovación adecuada de aire, garantizando niveles de humedad de aire interior que no den lugar a la aparición de humedades.
  2. Contar con un sistema de ventilación específico para zonas de alta producción de vapor, como cocinas y baños.
  3. Garantizando renovaciones de aire constantes y no puntuales, para evitar momentos de picos de humedad.

La instalación de un adecuado sistema de ventilación, tanto en obra nueva como en existente, será la solución definitiva a las humedades originadas por condensación, ya que actúa directamente sobre el origen, no optando por productos o soluciones que sólo pueden maquillar el problema, pero no resolverlo, por puro principio físico.

El origen del aire viciado interior está en diversas causas como las mencionadas y existen señales que alertan de esta situación. Entre ellas, los malos olores, la humedad o los vapores son muy representativas, pero no las únicas. 

Irritación en las mucosas, sequedad, dificultades respiratorias o fatiga son síntomas que pueden derivarse del llamado síndrome del edificio enfermo, lo que implica que el aire del interior de una casa no tiene la calidad necesaria.

Soluciones recurrentes:

A la vista de este origen las soluciones habitualmente utilizadas o promocionadas tales como:

  • pinturas antihumedad
  • recubrimientos con mortero antihumedad
  • planchas para aislamiento interior
  • imprimaciones antimoho

Todas estas van a dar lugar a una falsa solución ya que la humedad seguirá apareciendo encima de la superficie imprimada o pintada, al generarse humedad siempre en el interior.

Este tipo de sistemas son válidos para humedades de otro tipo, como por ejemplo humedades por capilaridad, pero resultan inadecuados para la humedad por condensación.

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